Lo primero es encolar el brazo y la antorcha. Después he sentado la policromía y luego he estucado todas las lagunas. Y por último las he desestucado dándoles el volumen adecuado… El trabajo es muy delicado y laborioso, pero también emocionante.
Una lámpara vieja encuentra un nuevo uso gracias a su restauración y un poco de pintura y pátina.
Está semana hemos restaurado en el taller una consola Isabelina dorada. Tenía la estructura en muy mal estado y muchas piezas fracturadas y desprendidas o a punto de caer. Y una pata con un gran faltante que se había comido el perro!
Ha sido un trabajo muy bonito. El oro siempre es agradecido!
El respaldo de la silla estaba fracturado y con algunas faltas de volumen. Primero lo encolé y después la recuperación volumétrica la realicé con resina pues el espacio para poner madera y tallarla era demasiado reducido y frágil.
Finalmente, la silla recuperó su uso y la cigüeña las plumas de sus alas.
