Con respeto y sentimiento hacia el elefante al que le fue arrebatado, he restaurado está talla rota, sucia y con muchos faltantes. Un trabajo minucioso que he disfrutado muchísimo.
El respaldo de la silla estaba fracturado y con algunas faltas de volumen. Primero lo encolé y después la recuperación volumétrica la realicé con resina pues el espacio para poner madera y tallarla era demasiado reducido y frágil.
Finalmente, la silla recuperó su uso y la cigüeña las plumas de sus alas.