Restauración de una foto antigua
Restauración de una foto antigua que habían pegado con papel celo. Despegarla fue ya complicado, pero luego, una vez puesta sobre el soporte de papel japonés, la reintegración cromática fue toda una aventura!
Tras mucho tiempo sin publicar(que no sin trabajar), retomo el blog publicando la restauración de este precioso piano forte del siglo XIX.
Tenía las patas desgajadas y carcomidas y mucha suciedad. Le faltaban teclas de ébano y el barniz, de goma laca, se veía deslucido y con numerosos pasmados.
Tras dos meses de trabajo, recuperó su antiguo esplendor.
A lo largo de un año he restaurado este contador japonés, un precioso exponente del arte Namban. He ido restaurándolo despacio, disfrutando de cada etapa, primero el sentado de la laca y el nácar, luego la limpieza, el estucado, la reintegración del oro y el nácar perdidos.
Esta columna, perteneciente a un retablo, llegó a mi taller en muy mal estado. Tuve que sentar todo el oro, estucar, embolar y redorar bastante superficie. Fue un trabajo precioso y quedó muy bonita!
Con respeto y sentimiento hacia el elefante al que le fue arrebatado, he restaurado está talla rota, sucia y con muchos faltantes. Un trabajo minucioso que he disfrutado muchísimo.
Me los trajeron uno en pedacitos y el otro, además de roto, le faltaba un pedazo en la boca muy grande.
Gracias a la limpieza, los motivos pudieron recuperar las distintas tonalidades originales.
Restauración de una foto antigua que habían pegado con papel celo. Despegarla fue ya complicado, pero luego, una vez puesta sobre el soporte de papel japonés, la reintegración cromática fue toda una aventura!